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El 27 de abril de 2007 tuve la oportunidad de asistir a la exposición de Yann Arthus-Bertrand, fotógrafo conocido por sus famosas imágenes tomadas desde el cielo. No pienso hablar con exactitud de las fotos porque arruinaría una exposición no solo preciosa sino impresionante que, a mi entender, debe ser vista por todos ya que no es una presentación complicada ni aburrida.
La exposición, además de atraer público con la belleza y curiosidad que presentan sus imágenes, también nos motiva a cuidar el planeta Tierra. El autor de estas impresionantes fotografías muestra increíbles lugares del mundo y su historia. Bajo cada foto hay información detallada del lugar fotografiado. No solo hay fotos de naturaleza como árboles, paisajes, ríos, mares, sino también encontramos fotos de edificios abandonados, de aldeas abandonadas, de ciudades abandonadas. Todo esto con el fin de captar nuestra atención con la belleza e impresión que traen estas fotos no solo para decirnos “esto es nuestro hermoso planeta” sino también para decirnos “esto es lo que hemos hecho y estamos haciendo con nuestro planeta”.
Exhorto a todos a que vayan a ver esta preciosa e impresionante exposición que Yann Arthus-Bertrand ha llevado alrededor del mundo por varios años. Esta vez le tocó a Puerto Rico.
La exposición se está presentando en la plaza de Caguas las 24 horas del día, del 20 de abril al 17 de junio de 2007 ¡LIBRE DE COSTO!
Fernando Fernández
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Cuando comencé a pensar en COPU como el tópico de desarrollo para mi pequeño blog, al principio no sabía exactamente qué atacar… o sea, ¿cuál de todos los ya apremiantes problemas que aquejan a nuestra magistralmente pequeña facultad, debería yo traer a la mesa? Hmmm… tremendo enigma. Tras una pequeña competencia valorativa, finalmente recordé cuál sería mi punto estratégico… (Redoble please’…) ¡Mi profesor de Producción de Radio!… ¡Hey! Sé que tengo compañeros que también comparten mi experiencia académica con él, pero que no cunda el pánico; sólo quiero puntualizar la post-frustración que tuve hace ya par de semanas.
Al comenzar el curso de producción de radio, creo que me sentía como dice mami: “no cabía en mis pantalones” de la emoción. Finalmente, después de casi cuatro años de estar “ahí-ahí”, ya estaba fundiéndome con mi herramienta mediática favorita… ¡LA RADIO! Admito que en los primeros minutos de estar en la cabina de grabación, mi sonrisa llegaba a cada extremo de mi rostro. Las maripositas en el estómago, el “culillo” (ja’ slang boricua) de estrenarse como pseudo-locutor es inigualable. Todos los elementos de emoción y satisfacción se fusionaron excelentemente bien. Luego de las pruebas iniciales, ya era hora de familiarizarnos con el programa de mezcla, el software madre que convertiría nuestros trabajos en una unidad cónsona auditiva… ¡Audition 2.0! Tremendo programa; bien “user friendly”, pero… PERO… mi profesor no es lo suficientemente hábil con el mismo. Muchas fueron las ocasiones en que quería lograr par de efectos o aplicaciones y mi profesor, sencillamente, se ponía a husmear en ese instante opciones aquí y allá. Acción que honestamente me desilusionó un poco, ya que yo suponía que el profesor era el ‘master’ de Audition, pero resultó ser que era un aficionado más como nosotros. Es ahí cuando me pregunto… ¿Qué hacer? Si ni siquiera el profesor puede manejar cabalmente el programa, ¿Acaso es posible que yo pueda?; y al parecer sí se puede. Se puede, pero a fuerza e’ cantazo y con muchas dudas. No obstante, la idea de saber que tu mentor tiene las mismas dudas que tú, me aclara de manera evidente cómo aún en nuestra facultad, no poseemos personal lo suficientemente capacitado para poder desempeñarse eficazmente en la etapa técnica y por ende, brindarle apoyo a los futuros técnicos radiales emergentes. En lo teórico, “¡puff!” en COPU somos la crème de la crème, pero mucho falta en recorrer en el campo práctico. Ni me quiero imaginar los pormenores que deben afrontar los que pertenecen a la unidad de cine… simplemente, ¿Cómo logran hacer cine? Sólo el dios Celuloide sabrá que hacer.
Mientras tanto, acá en radio (y quizás en las demás concentraciones de igual manera), podemos tranquilamente preguntarnos a nosotros mismos en esos instantes de incertidumbre: ¿Qué puedo hacer?… el resto, surgirá por añadidura.
Hernán Rivera
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Siempre me ha estado bien curioso la manera en que uno puedo decifrar en cuál concentración está alguien de COPU, y la mayoría de las veces, estámos en lo correcto. Para los que no saben qué es COPU, es la Escuela de Comunicación, y se divide en tres concentraciones; Relaciones Públicas y Publicidad, Información y Periodismo y por último, Comunicación Audiovisual. Por alguna extraña razón, existe una separación bien marcada entre las personas de las primeras dos concentraciones antes mencionadas con la gente de la última, Comunicación Audiovidual, o por lo menos eso es lo que pienso. A nosotros en COMA, como que nos echan para el lado, como si no fueramos parte de la facultad de Comunicaciones. Sí, estoy exagerando un poco, pero es para que entiendan mi punto.
Un ejemplo: Tan reciente como el pasado viernes, por tercer año consecutivo, se celebraron los COPU Awards, premiaciones en las que se reconoce el talento de los estudiantes de la Escuela de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico Recinto de Río Piedras. En algunas de las promociones que vi por COPU, decía que se les reconocía el trabajo de los de Relaciones Públicas y Publicidad, e Información y Periodismo, y se les olvidó poner a los de COMA!! 🙂 No hard feelings, sé que fue un oops, verdad?! jaja!
Volviendo a mi punto principal, me gustaría saber si piensan lo mismo que yo sobre la diferencia tan marcada entre los estudiantes de las tres concentraciones en COPU. No quiero meterme en los esteriotipos ni nada, pero quiero comentar que casi nunca, si no es nunca, he visto a alguna muchacha de Audiovisual con tacos bien fashion jaja! A menos que esto tenga que ver con que cogemos más clases que las demás concentraciones, en COPU Ca***o y tenemos que ir mucho más cómodas… jeje. Y tú, qué piensas?
– MIC
PS. Para otro día dejo el tema de por qué siento que COPU es discriminado por las demás facultades de la UPR, jaja! (Es que todavía no entiendo por qué no somos una facultad…)
Aquí les dejo un videito que encontré por YouTube que es parte de la promoción de los COPU Awards del año pasado, por si no lo habían visto…
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El jueves 15 de marzo tuve la oportunidad de ir a la conferencia de la profesora Blanca Pérez Bustamante, de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, titulada Post- MTV: del “live cinema” al “vídeojockey” sobre los cambios que ocurren en Europa en el ámbito audiovisual. La conferencia estuvo interesante y, ya que tal vez transcurran varios años antes de que el elemento audiovisual en Puerto Rico alcance las dimensiones que en Europa, no les hablaré sobre el fenómeno sino de algo que me captó mucho la atención.
En la conferencia se presentaron varios vídeos sobre diversos tópicos. Pero hubo uno por thelightsurgeon.com que me dejó muy preocupada hacia dónde va el futuro de los comunicadores- los humanistas del Siglo 21. El problema es que cualquier persona tiene acceso a tecnologías que exponen mensajes a las masas. Estas personas tiran un mensaje mal pensado y sin ningún propósito real, excepto existencial, a una audiencia que ya ha sido expuesta a esa misma mediocridad. Por ejemplo, ese grupo habla sobre lo mal que está el mundo porque los niños traen pistolas a las escuelas para matar a sus compañeros. Chévere, pero llévenlo más allá del Copy Paste. Los comunicadores acreditados que saben sobre el poder de los medios y el impacto de un mensaje parten de la investigación y conocen lo que está circulando para no repetirlo y ser efectivos porque por los medios se tiene que decir la verdad y no sensacionalizarla hasta el punto de venir con el mismo cuento atorao.
Viviana Díaz
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Compas aqui les presento mi primer documental, Jibaro Jop, realizado para la clase de TV1. Este Documental presenta la escena del hip hop underground de Puerto Rico. Espero que lo disfruten. Salud!
Tito Roman
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Perdonen que no haya posteado mi video antes, pero queria poner algo del mismo nivel que mis companeros de clase. Pues este video ademas de ser impresionante, por como cantan estas personas los titulos de los video juegos, es tambien muy gracioso por las actuaciones. Espero lo disfruten tanto como yo.
Fernando Fernández
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Subiendo las escaleras pensé que iba camino al cielo,
Mas no me equivoqué, ella lo fue.
Las damas de negro me ordenaban con su sonrisa que bajara
nuevamente al infierno para utilizar el baño.
No pude lavarme las manos y tomé el ascensor.
De vuelta me encuentro a la dama de rosa,
no sabía lo que me esperaba,
para ella fui la persona amable.
Hacía rato que yo… perdón, que habíamos…
y ella dio el paso con su rostro de pétalos.
su ego sensual no fue problema, ni mucho menos
su poesía corporal. Su sombra, ¡oh dioses, su sombra!
Fue el golpe más fuerte a mi sentido visual.
Fuimos arena y mar, uña y carne, cruz y Cristo…
Ya se acercaba la desnudez, su traje negro colgado
era testigo del orgasmo consumado en
aquella sala, aquella gran sala,
testigo de nuestro amor imaginario…
en el último acto no tuvimos “Nada que ver”.
Por: Namor
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Foto por: Néstor Rivera Aguirre
Nada que ver
Cuando miré el ¨flyer¨ del ¨performance¨ de Teresa Hernández y noté que debajo de la fotografía leía ¨Patas de Perra¨, supuse la imagen como una metáfora hacia la mujer. Después, durante la presentación, al salir la perrita de juguete al principio no pude asimilar esta misma metáfora, pero sí aprecié la comunicación que hubo entre Teresa y ésta.
En la obra hubo una serie de elementos entre los que se estableció comunicación; el espacio físico con el público, por ejemplo. Lo que considero más interesante en cuanto a los elementos fue el modo en que fueron utilizados. La intérprete (Teresa Hernández) había vuelto extraños todos los objetos que utilizó, y que creíamos conocer. Yo diría que regaló un ojo extra al espectador, un ojo libre y atrevido. Me gusta mirar cosas diferentes. Teresa en su presentación me regaló demasiadas imágenes preciosas. Saqué sinnúmero de fotos en mi mente que me hubiera gustado tomar con una cámara… las sombras, los colores, la escenografía… y ella.
Fue una presentación llena de imágenes preciosas, con un mensaje libre, sin arbitrariedad de significados.
Por último, aprendí un nuevo término: “prusiana”. Soy una prusiana.
Por: Dalisse
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No creo… Hay que buscar todo lo bueno que nos está presentando el teatro hoy día. Teresa Hernández así lo demostró en su presentación… Y, aunque no lo parezca, en el día a día siempre hay algo que ver.
Marian
El teatro experimental es un tipo de teatro al cual no muchos están acostumbrados. El exponerse a este tipo de teatro es un reto que implica el poner todos sus sentidos a lo que se presenta para así entender y ser capturado por el actor. Es esto lo que logra Teresa Hernández en la puesta en escena de “Nada que ver”. Su concepto es bien logrado, desde el vestuario que utiliza para diferenciar a cada personaje, la simple pero eficaz escenografía y utilería y su actuación se complementan y permiten que el público vea cada historia y cada personaje como un “yo” aparte del otro.
Su tema principal es presentar diferentes “yo”, sus historias y porqués. Con el uso del movimiento corporal como herramienta básica, Teresa nos lleva a conocer a ciertas mujeres y la historia que llevan consigo. Cada mujer es comparativa con un estado de ser de cada uno. Podemos compararnos con ese “yo” que nos presenta: una persona conformista de donde vive y que hace como la mujer de Prusia. La Amargada Optimista, protagonista de una historia en vídeo, que desea escribir un relato y solo escribe un obituario. Luego la mimeología y la mejicana paranoica que no desea perder su ego. En la segunda parte, luego del “intermedio”, encontramos un juego de palabras físicas y acciones difíciles de entender. Los movimientos de la intérprete nos definen su estado, sus pensamientos y relación con la narración que en algunos momentos se escucha. Ya al final vemos la metáfora que hace la intérprete al tirarse al suelo como la perra de la foto de Eduardo Lalo. Su interpretación y movimientos llenaban el espacio escénico, no se veía vacío, aunque carecía de escenografía. Su vestuario; el color y diseño estaban acorde con la necesidad de expresión. “Nada que ver” fue una presentación bien lograda donde se demuestra la gran calidad actoral y física de su intérprete y del ingenio de un grupo de personas.
Captura 